lunes, 2 de febrero de 2009

Los accidentes de los que estamos hablando son aquéllos cuya magnitud y gravedad hacen que sus consecuencias superen los límites de las industrias en los que han ocurrido. Es lo que se denomina accidente grave. Son accidentes con una especial repercusión en la sociedad debido a la gravedad de sus consecuencias y al elevado número de víctimas, heridos, pérdidas materiales y graves daños al medio ambiente.
En la mente de todos están presentes algunos accidentes ocurridos no hace muchos años y aún ahora en la actualidad, y de los que todavía se están notando sus consecuencias en personas y medio ambiente. Ejemplos como el accidente de
Seveso, que precisamente dio nombre a la primera aproximación legal europea, la Directiva 82/501/CEE, o en España el accidente de Los Alfaques, son conocidos por muchas personas que no tienen relación con el mundo de la seguridad industrial.
La mayoría de estos accidentes se asocia a la industria química y, por eso, la anterior regulación europea sobre la materia hablaba de actividades industriales (la mayoría de tipo químico), sobre las que se depositaba prácticamente toda la responsabilidad de los accidentes de carácter grave. Sin embargo, cuando hablamos de la industria química, hay que decir que desde el punto de vista estadístico, tiene un nivel de seguridad mucho más elevado que otras actividades humanas.

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